domingo, 19 de agosto de 2012


                   Micro-cuentos


1° Hoy fui a la playa me encontré a mi amigo Nessi hace micho que no lo veía, pero estaba distinto  se veía salvaje e incluso intento atacarme y hay supe que no era Nessi, era otro monstruo.










2° Estaba el otro día sentada en el parque mirando a las palomas comer el pan que les tire de repente llego un señor vestido de negro, las palomas volaron, la gente callo, sentí una brisa helada, era la misma muerte.







3° En mi casa habían desaparecido varias cosas: mi estuche, un secador de pelo, el espejo e incluso el auto, todos dicen que fue un robo pero yo sé demasiado de este suceso el cual yo se que fue cometido por el duende de mi hogar.





4° Hoy he ido a la casa de Michelle; su casa es maravillosa, con jardines preciosos, me encanta su casa parece encantada, de repente, le vi a su madre unas alas o eso parecía. Me extrañe y me di cuenta de que era una hada.






5° Hoy fui al colegio, como todas las mañanas, pero no había nadie, fui mirando sala por sala, hasta llegar a la mía, intente entrar pero no pude agarrar la manilla  de la puerta, re resbalé y entre sin tocar la puerta.




6°en el cine hay una maquina de palo mitas, que solo a mi me gustaban, me miraban feo, gritaban de asco hasta que un niño me dijo: ¨¿Cómo te gustan?¨y me dijo :¨son hechas de restos de humano¨






7°Yo era una niña muy dulce, con una familia muy pobre que vivía en los andes. La gente de ese pueblo era muy agradable y compasivo con los demás pero había un lugar oscuro donde habitaba un monstruo mitad perro y mitad humano.

domingo, 5 de agosto de 2012




Ese día estábamos mis amigos y yo, ellos con ganas de salir y yo de dormir, insistieron tanto que acepté.
Estábamos en la fiesta, yo sentado y ellos bailando, hasta que la vi, vestida como doncella, una chiquilla muy carismática, que se acercaba justo al lado mío. Ella andaba sola, yo me voltee y le pregunte si quería bailar, ella muy tímida acepto. Bailaba como una diosa.
Cuando se hizo tarde me dijo que debía irse, le
pregunte si la podía acompañar, insistió en que no fuera pero al final accedió. Caminamos de la mano a un lugar que no conocía, era el cementerio, nos detuvimos en la puerta, y me lo confesó. Yo no lo podía creer como una princesa como ella podría ser algo tan tenebroso….
Desde entonces nunca volví a saber de ella, iba al
cementerio todas las noches para ver si me podría juntar otra vez con ella.